04 enero 2017


                                                                     Un poco de magia...

15 diciembre 2016

  "No creo que sea muy desasertado tomarlas como autobiografia espiritual, como diario de una crisis, a la vez personal y universal, como un simple reflejo del derrumbe de la civilizacion occidental en un hombre de nuestro tiempo. (...) sin advertir que es la crisis de toda la civilización basada en la razón y la máquina."

Ernesto Sábato, "Hombres y engranajes", 1951.


  En estas obras, Fuerzas y Seres que entraman el imaginario colectivo emblematizan realidades capaces de generar un sinnúmero de emociones indescriptibles, entre ellas lo sublime y lo siniestro, desembocando así en la búsqueda del sí-mismo. En definitiva, una reformulación de lo originado tiempo atrás en el inconsciente colectivo del hombre. Son también teorías sustentadoras de una concepción del mundo y la vida, sobre todo, de la comprensión espiritual del ser humano sumergido hoy en un mundo moderno, capitalista, inevitable y continuo, alejado así de su realidad verdadera y esencial.
   
   A partir de representaciones anacrónicas se pretende alcanzar en el espectador un proceso de reflexión, una experiencia mística: son imágenes de un pasado remoto, mezcla de historia, leyendas, mitos y verdades que descansan en las sombras del inconciente humano. Surgen aquí seres prodigiosos que se manifestaron en lejanos tiempos de oscurantismo y, actualmente, se encuentran hundidos en el olvido. Criaturas que nos hablan calladamente del enigma que encierra la vida y nos proponen un viaje a la salvaje inocencia del alma. Cuanto más nos aventuramos en la profundidad del inconsciente, más nos aproximamos a la universalización de los sistemas funcionales de nuestra psique y, es allí, en donde cada individuo pierde su unicidad y todos confluimos bajo la única y verdadera pulsión vital: lo Absoluto, origen y fin de todas las cosas.

   La pertenencia a una simbología clásica, común a todas las épocas, traza un estado atemporal presente hoy desde los antiguos imaginarios. Debemos destacar el acercamiento a manifestaciones simbólicas antiguas, góticas, románticas y sobre todo a la iconografía renacentista, especialmente ligadas a elementos religiosos y a la mitología y las cosmogonías de diferentes culturas, ya que, en estas manifestaciones, el arte es una forma de conocimiento que resuena en el espíritu del hombre.
   Esta realidad suprasensible se refleja en imágenes de carácter sublime y siniestro. En cuanto a los objetos que despiertan la idea de lo sublime, Burke señala que éstos deben cumplir con ciertas propiedades, que pueden estar presentes, bien sea por separado o las unas junto a las otras, en adecuada mixtura. Tales son: las grandes magnitudes (y la eternidad y/o infinidad que representan), la idea de poderes muy amplios y fuertes, los abismos, la soledad, el vacío, el silencio, la oscuridad, o una luz muy intensa que amenace con anular nuestros sentidos.

   En estas obras la Naturaleza, poderosa e invicta, se apodera de los cuerpos mientras el infinito Cosmos se expande dentro de ellos. La Luz y la Oscuridad compiten y se unen continuamente en figuras que irradian poder y serenidad, mientras observan nuestro inconsciente infinito con gesto de profunda melancolía y se pierden en el interior de nuestro ser. Intentan corromper los sentimientos y el estado anímico del observador con experiencias de carácter trans-humano que llegan a la mente desde profundos conocimientos inconscientes, subliminales y universales.
 
  Paisajes que se abren a lo desconocido y muros sólidos que no nos dejan escapar de la Verdad, contienen huellas de lo Absoluto para nuestro deleite espiritual. Imágenes vaporosas y diluidas que se conforman y completan subjetivamente con el poder de nuestro conocimiento innato. Estas imágenes son la última confesión, el último aviso de la Naturaleza y el Tiempo hacia el hombre que intenta evadirse de su nefasto poder.



                                                                       FÓSIL - SUEÑOS INNATOS

                                                                Laja intervenida con acrilicos. (2004)

01 junio 2013



Detalle "El Devorador de sueños" realizado en mayo de 2013.

Lápiz sobre papel (60cm x45cm)

03 febrero 2013


Cuando era pequeña descubrí que en mis manos tenia un gran poder. Con el tiempo lo fui perfeccionando y gracias a el descubri muchas cosas, verdades y seres ocultos. 




Maga Blanca





Una noche desperté al sentir una presencia en mi pequeño cuarto. Allí estaba, hierático y sosteniendo firmemente su cayado, en el centro de la habitacion iluminado levemente por la luz que se filtraba por las hendijas del extremo superior de la persiana, un ser poderoso y sublime.


Al principio me asusté hasta que un instante después comprendí que El no estaba alli para dañarme, sino todo lo contrario. Es un Guardian, es mi guia y protector en los mundos mágicos y fantásticos en los que me aventuro por las noches. Aún hoy puedo sentir el ritmo de su respiración, profunda y serena, poderosa y delicada. Él me acompaña siempre.




(Lápiz sobre papel, 1m x 70cm. 2006)




Bajo su guía y protección, conocí a Nuria y a Draco



Nuria




Draco

Tal vez algun dia les cuente la gran historia sobre estos seres...








También me remonté al Origen y conocí a sus Creadores y Formadores, a los Guardias Celestes y presencié el nacimiento del primer Dios Hombre, surgido de los Elementos Sagrados.



(inconcluso)




(Tríptico realizado en lápiz y tinta china sobre papel, 1m x 70cm cada uno)








02 febrero 2013


Los Arquetipos generalmente representan patrones de comportamiento y constituyen una parte esencial de nuestro comportamiento capaces de iluminar nuestro lado mas oscuro del inconsciente.
Cada arquetipo representa patrones particulares del comportamiento humano y generalmente cualidades positivas o negativas. Todos estan encarnados en los mitos folclóricos a lo largo de toda la historia y son universales: el heroe, príncipe o guerrero, el mago bueno y el hechicero malvado, la doncella, la madre, el martir, el sabio... etc.

Surgieron como representaciones divinas de las Fuerzas Naturales (el dios del trueno, el dios del fuego, el dios de los mares) y con el tiempo se fueron perfeccionando sus dominios, sus relaciones, sus parentescos, sus origenes y su relación con el hombre.

Particularmente he querido representar la Fuerzas del Universo y de la Naturaleza.



El Tiempo, todo lo ve, pasado, presente y futuro. Nadie ni nada puede detener su poder omnipresente, posee la ultima palabra y conoce todos los secretos, origenes y finales.
A su derecha el Dia, la luz en movimiento, el guerrero. A su izquierda la Noche, la oscuridad y la quietud, la hechicera. Ambos representan la dualidad divina, que se encuentra en todo objeto y en todo ser, lo que en oriente se conoce como Yin y Yang.

Tríptico, lápiz sobre papel, 70 x 50cm. cada uno.

















Los Cuatro Elementos de la Naturaleza

Políptico a lápiz sobre papel que consta de cuatro paneles que miden 76cm x 40cm cada uno (los cuatro juntos miden casi dos metros de largo, teniendo en cuenta la adecuada separacion entre cada dibujo)
Aquí los presento por separado y en orden de aparición, si bien pueden interpretarse individualmente, en cojunto adquieren mayor significado.


AGUA



TIERRA



VIENTO



FUEGO  (inconcluso)






01 febrero 2013



Siguiendo el pulso del alma surgen retratos de Hadas, Ninfas, Angeles y toda clese de seres mágicos y fantásticos.
















                                                                            Diavolo